viernes, 3 de diciembre de 2010

Aquí...

...lo tuve claro.
Allá por Abril de este año me puse mis cascos y me puse a andar desde Chinatown hasta Tudor City (un barrio frente a las Naciones Unidas) y me encontré sentado en un parquecito como éste:

La cuestión es que solo (bueno había algunos perros sacando a sus amas/os) empecé a darle vueltas al tarro pensando que no me gustaba mi vida, que no me gustaba como la había vivido ni lo que podía venirme por delante.
Se gestó entonces (cual parto pero sin sexo... y sin Virgen María) la idea de una segunda oportunidad, una en la que empezar no de 0 sino desde -10, porque la verdad es que de errores vive el mundo y, coño, me da a mi que yo vivo donde el resto.

Ayer, en un día de esos en los que las sensaciones se van de juerga y vuelven con semejante tajá que cualquiera las pone en vereda, le decía a alguien muy importante que tenía la certeza de que habrá una muerte y un nacimiento. Primero porque lo necesito; segundo porque quiero.

Pero ayer quería por encima de todas las cosas que mi gente supiera que... coño, me voy y lo único que me preocupa es que ellos sigan ahí... aunque la parte más graciosa es que no sé ni siquiera si seguiré yo. Lo que sé seguro es que, como esta persona ayer me decía, algo de mi tengo que conservar, algo que sí que valoras... y no sé si eso se quedará pero... venga ya... sé que sí, que se quedará... y volveré, sabiendo lo que hoy no sé y desconociendo lo que hoy es una certeza.


Tengo la sensación de que me voy como un niño tonto al que le tienen que enseñar a diferenciar entre chaleco y jersey (y desde aquí grito que no tengo NI PUTA IDEA de cuál es la diferencia); no prometo saber qué es uno y qué otro... no prometo mucho, solo que esta película no empieza por el final, y tiene tantos desenlaces posibles que vete tú a saber si no acabo siendo uno de los casos reales de CSI con un cuerpo en el Hudson, estrellándome en una isla desierta para descubrir que estamos todos muertos, ingresando en una división independiente del FBI que estudia casos sobrenaturales y en el que hay envuelto dos realidades o dirigiendo un casino en Las Vegas y casándome con la hija del dueño. También podría acabar escribiendo una serie sobre mi vida... o eso ya lo he hecho??

Dos cosas están claras: veo demasiadas series, y estoy expectante ante TODO.


Pero os necesitaré porque, aunque suene a gilipollez de la hora de comer: esa parte pezqueñita que algo gusta sale de vosotros por encima de cualquier cosa.


Hora de volar... de perder... de encontrar y... joder: de hacer nacer camino... No el mío, sino el de quienes estáis tan locos como para venir conmigo :D

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