lunes, 20 de diciembre de 2010

Un buen día...

...en NYC. Parece una gilipollez pero es que ha sido un día diferente porque he tenido la revelación que me ha dado esta ciudad... y porque me han pasado unas cuantas cosas... de esas que dices: "Coño, !qué cosa mas curiosa! ¿no?".

Caminando por la 6AV el sol me pegaba de frente y me empezaron a llorar los ojos (creo que es la primera vez que Lorenzo se ha dignado a cegarme) he recordado la imagen de éste pegándome en la cara cada tarde cuando salía a correr allí en mi casa. Entonces he dado con LA diferencia entre donde estaba y donde estoy:
He pasado de la comidad y seguridad a la incomodidad, solo que esta es tan estimulante que cuesta verle el lado negativo.
En serio, la sensación es que aquí hay que estar pendiente de todo... y llegas a las 7 de la tarde muerto de controlar hasta la más mínima tontería... pero llegas contento porque aspectos que antes ni pensabas ahora sabes que puedes con ellos. Necesitaba eso... necesitaba ser el completo dueño de mi vida. Y por primera vez me siento así... y ya tocaba.


Por lo demás: después de ir al culo del mundo situado en Brooklyn donde han ido a colocar IKEA (tengo una teoría con respecto a este hecho que ahora contaré), donde me he sentido de nuevo en Tomares porque los suecos estos tienen controlado lo de la imagen de marca de lujo: lo recortan todo igual, vamos hasta estaba en español!!!
Pues eso, que tras el tour buscando esos pocos elementos para la decoración minimalista que conte ayer, comida y visita, por primera vez a la escuela de cine.


Pero antes la teoría. Caminas por esta ciudad y cada gramo de acera revela una verdad: aquí todo genera pasta, desde pasear perros al millar de tipos de establecimientos (ni te imaginas la variedad que hay). Y en un atisbo de genialidad, cuando decidieron traer el IKEA a NYC, dijeron: "Sí, pero no a Manhattan. Al otro culo del mundo para que tengan que contratar el servicio de transporte de muebles".


Ahora sí: La Escuela; es cine en estado puro, empezando por el desorden y llegando hasta la tensión a la hora de hablar de cada persona que allí está currando. Me querían dar ya la sudadera y la gorra y toda la parafernalia de imagen que estoy como niño chico por lucir. Mañana vuelvo.

Luego mi paseo por Manhattan hasta Central Park:
Y disfrutando de una imagen icónica que quiero compartir contigo:
Y después he conocido a mi Yoda particular. La señorita cuyos pasos llevo siguiendo meses y que me ha trasmitido aún más ilusión y seguridad. Se respira cine por todas partes; se habla de trabajar sin parar, de rodar, rodar y rodar; de sacar cámara y poner en imágenes todo lo que se te pase por la cabeza...
Que buena pinta tiene esto! :)


Por cierto, todo esto no quita que os eche de menos... y quiera veros aquí ASAP (como dicen los americanos)...
Y a ti en primera fila...

1 comentario:

  1. Un placer. Da gusto ver a alguien que viene con las energías renovadas y ganas de hacer y hacer sin parar :)

    ResponderEliminar