martes, 1 de febrero de 2011

El rodaje del fin de semana pasado ha sido todo un aprendizaje...

...del que he sacado un par de aspectos en claro, cada uno de los cuales doy por seguro que me servirá para crecer aunque solo sean un par de centimetros que no está la cosa como sacar mucho la cabeza.
Al lío.
El tema es el siguiente: a grandes rasgos ha sido el fin de semana más tranquilo desde que llegué a la escuela; solo tuve día y medio de rodaje y pude aprovechar el día de ayer para hacer cosas que quería y debía hacer. Rodé con TONY y ANAURITE, y todo fue sencillo y sin problemas en lo que respecta a sus proyectos.
En lo que respecta al mío aquí es donde viene el tema que quema. La cosa es que lo que tenemos que presentar a finales de esta semana es un proyecto llamado Music Film (el título del mío es "Lose you") y, no, no es un video musical. Básicamente cada uno puede hacer lo que le dé la gana pero las bases generales del ejercicio consiste en poner en relación dos o más escenas... vamos lo que vienen siendo esos "momentos musicales" que tanto hemos explotado en la serie hermano.
 Pues mira que hemos hecho unos cuantos... y que todos resultaban sencillo de narices. Pues nada, que yo voy queriendo ponerme retos y en este en particular la historia que escribí me obligaba a sacar una intensidad curiosa en una de las dos secuencias.
La primera de ellas resultó sencilla: un JOVEN en un aula escribiendo un mensaje en su ordenador. Conseguí a MAX el día antes de rodar y la verdad es que estoy muy contento con el trabajo obtenido. Incluso a pesar del hecho de que me "largaran" de la localización (culpa mía porque me colé por la cara en un aula previamente reservada, aunque en mi defensa diré que yo reservé otra que resultaba estar ocupada) antes de conseguir rodar el último y vital plano... pero la serie fue un territorio de batalla que dejó en mi innumerables trucos para salir de estas situaciones, así que recurrí a la "magia" del cine.
La dificultad llegó en la segunda secuencia: tenía a KERRI en un cuarto de baño y, previo trabajo con el personaje, debía R-O-M-P-E-R-S-E a llorar y sufrir como pocas veces he exigido a nadie que lo haga. Kerri llegó metida en el personaje desde por la mañana (y rodamos al mediodía)... tanto que no quería ni hablar con ella para no sacarla de su estado. La cosa es que nos sentamos en el baño y empezamos a rodar.
Tony estaba con la cámara (he rodado en digital porque el 16mm es un por culo de tomo y lomo... mu mono y mu clásico... pero un por culo).
La cuestión es que yo tenía una planificación sencilla pero trabajada para conseguir todo lo que quería sin perder ni un ápice.
Entonces gritamos "ACCIÓN!" y... Kerri se pasó 13 minutos sufriendo y rompiéndose el alma de una manera que cuando terminó pensé: "Ni de coña hago una segunda toma... ni de coña puedo hacer otro plano... tengo que salir de esta acción y pasar a la siguiente". Pero ni vi el plano, ni vi las variaciones que hizo Tony, ni sé cómo se recogió en la cámara. Y así fueron los 4 planos siguientes que rodé... ningún ángulo o plano fue el que tenía en la cabeza pero lo que estaba ocurriendo era tan real que me entregué a mismo al estilo Iñarritu: graba que ya lo montaré.
Pero la sensación fue extraña de narices, porque las imágenes, los encuadres, ninguno se acerca a lo que tenía en la mente; pero la interpretación y el momento fue tan puro que me limité a grabar lo que ocurría... sin preocuparme por desde dónde y cómo.
¿Contento? Sí por el trabajo de Kerri... No por el mío.
Pero llegaré al montaje y:
a)veré la luz...
b)me pasaré al lado oscuro y me iré de Iñárritu por la vida...

Dicho esto... he descansado, he ido al cine ("127 hours", TOTALMENTE recomendable) y he comenzado a escribir el corto que rodaré en dos semanas: "Never again".
Un besote... o dos...

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